En el futuro, todo el ciclo de vida de las baterías grandes, como las instaladas en los coches eléctricos, se almacenará digitalmente.
Para el sector que las usa, el nuevo pasaporte de baterías de la Unión Europea (UE) no es solo un requisito legal, sino también una oportunidad: la administración de datos permite analizar y evaluar el flujo continuo de información, desde la extracción de las materias primas hasta su uso y reciclaje, creando así productos más innovadores y cadenas de valor más eficientes.
"Las baterías más grandes tienen una vida útil de 20 años, estas generan grandes cantidades de datos, desde la extracción de materias primas, producción, distintas opciones de uso y las opciones finales de reciclado. Por iniciativa de la UE, estos datos tendrán que almacenarse en el futuro", afirma Jens Rollenmüller, Director General de Aras Alemania. Las empresas podrían utilizar esta obligación normativa en su beneficio, generar información y análisis valiosos a partir de los datos recogidos para optimizar su propia cadena de valor y apoyar la economía circular. Como opción adecuada para esta estrategia de datos, Rollenmüller recomienda una solución de administración del ciclo de vida del producto (PLM) que pueda reunir todos los detalles de diseño, las fases de vida y la información de uso de las baterías a través de un hilo digital.
Según Rollenmüller, las fases de vida de los dispositivos de almacenamiento de energía no se limitan a la producción y el reciclaje, sino que también incluyen diversos usos alternativos. "Después de unos diez años, las baterías de los coches eléctricos han llegado al final de su primera vida útil. Con ligeras modificaciones, las pilas podrían tener una segunda vida, por ejemplo, en estaciones de carga para coches eléctricos o como almacenamiento para sistemas solares privados. Prolongando así su vida útil, estas baterías podrían ser útiles durante 20 años antes de ser desmontadas y reutilizadas como parte de del reciclaje."
Reproducción digital de escenarios de reciclado
Para que las empresas puedan dar seguimiento a las distintas fases del ciclo de vida de una batería e integrarlas en una estrategia global de economía circular, incluidos los procesos anteriores y posteriores, Rollenmüller cree que es necesaria una solución de hilo digital. "Con un PLM, las empresas integran datos de las fases de diseño y fabricación de un producto, así como información de la cadena de suministro y reciclaje. Los datos de las distintas fases de uso también pueden integrarse a través de interfaces. Esta estrategia de datos ofrece a la empresa una visión global de la batería, incluida la opción de análisis de simulación, por ejemplo, para recorrer digitalmente diversos escenarios de reciclado."
Jens Rollenmüller continúa: "Al vincular este hilo digital con los datos de funcionamiento y desempeño a lo largo de todo el ciclo de vida, las empresas pueden obtener una ventaja informativa para aplicar ahorros de energía o innovaciones mediante el desarrollo de nuevos productos. En resumen, la economía circular industrial está pasando por fin de la teoría a la práctica."
El pasaporte de baterías de la UE será obligatorio a partir de 2027
Según los planes de la Unión Europea, a partir de 2027 las empresas tendrán que facilitar datos sobre las baterías que fabrican o venden. Además de información sobre los materiales contenidos y el origen de las materias primas, también se recogerán datos sobre el estado actual y las opciones de reciclado. El objetivo es cartografiar digitalmente todo el ciclo de vida y diseñar la creación de valor basándose en principios de un circuito cerrado. La vida de la batería ofrece así la posibilidad de rastrear todas las materias primas, materiales y componentes utilizados, así como un control dinámico de la implementación para reutilizar las baterías en distintos lugares.
Fuente: Aras