Cuando las nuevas tecnologías hacen promesas audaces y crean enormes expectativas, llega un momento en el que tienes que plantearte si estas antes una moda o ante algo con verdadera entidad, con algo que ha venido para quedarse.
La impresión 3D no es una excepción ya que la gente, las empresas y el mercado en general se pregunta ¿Cómo discernir la exageración de lo que es comercialmente viable en impresión 3D? ¿que grado de madurez y adopción tiene esta tecnología? ¿resuelve realmente problemas de negocio y mercado? ¿aportan nuevas oportunidades a la sociedad, a los inversores, etc.?
La gráfica Hype Cycle de Gartner intenta darnos ciertas orientaciones de forma visual y gráfica de forma que tengamos una visión de cómo una tecnología emergente aplicación irá evolucionando con el tiempo hasta ser realmente productiva , partiendo de la idea de que toda tecnología prometedora atraviesa cinco fases clave en su ciclo de vida hasta ser totalmente aceptada y productiva.
Este estudio mide las expectativas y el proceso de aceptación que tienen el mercado más de 1.900 tecnologías ya maduras y otras emergentes. también da a conocer el proceso de aceptación que están teniendo en el mercado y si cumplen con las expectativas generadas al principio de su surgimiento. Resulta que la impresión 3D forma parte de algunas de las tecnologías que más rápidamente se están moviendo en este “hipérbole de la exageración”, y que según Gartner no llegarán, -como se indica en el gráfico-, a la Meseta de la Productividad hasta entre 5 y 10 años. Además está en la cresta de la ola de tecnologías con expectativas sobre dimensionadas, pero ¿que significa esto?
Significa que la impresión 3D como tecnología y como negocio atravesará 5 fases, y justo ahora está en la Fase 2, llamada El Pico de las expectativas exageradas donde todo el mundo hace foco sobre los pocos casos de éxito de esta tecnología y se habla más de lo que podrá aportar que de lo que es capaz de aportar en el corto plazo, en el aquí y ahora. La impresión 3D ha pasado antes por la Fase 1, llamada Tecnología que se dispara, o que sale a escena, una fase donde un avance tecnológico potencial patea las cosas, hace ruido y llama la atención de forma significativa. Las primeros pruebas de concepto generan historias e interés en los medios en general y la innovadora tecnología tiene una significativa publicidad. ¿Os suena? Pues si, exactamente como está pasando con la impresión 3D personal. Según la gráfica de Gartner ha llegado a la fase 2 tal y como lo hemos explicado un poco más arriba. Continuará atravesando la fase 3 llamada la de la desilusión, en la que es evidente que no se han cumplido las expectativas exageradas precisamente por eso, por ser exageradas (ojo que hay excepciones, muy pocas pero las hay).
Aunque la aceleración tecnológica está permitiendo poner en manos de las masas innovaciones de forma muy rápida, no es menos cierto que la impresión 3D requiere unos avances significativos para ser equivalente por ejemplo a un PC o un Smartphone, tecnologías que no requieren de usuarios avanzados para su manejo. Es posible que la impresión 3D pase por una fase de especialización y de nicho, donde surjan imprentas 3D o consorcios de diferentes talleres e imprentas 3D que por medio de Internet ofrezcan la tecnología como servicio tal como ocurre con Ponoko, Shapeways, etc., pero la visión de una impresora 3D en cada escritorio parece que tardará un tiempo todavía. Pero es probable que llegue, y antes de que ocurra, probablemente estaremos ante indicios de bastantes casos de éxito, habrá empresas que habrán conseguido consolidar un modelo de negocio con varias generaciones de sus productos a sus espaldas, pero todavía serán vistos como innovadores tempranos, negocios que les falta el último empujón, todavía son un “prototipo muy avanzado” de negocio. Todo esto ocurrirá en la fase 4, llamada la pendiente de aclarar. Pero todavía hay una Fase 5, llamada La meseta de la Productividad, donde ahora si, ha llegado el momento, la impresión 3D empieza a despegar y es evidente la adopción generalizada de esta tecnología, es evidente su aplicación y es valorada en el mercado. La impresión 3D empieza a dar sus frutos de forma solida y creciente.
Por Jon Bengoetxea en colaboracion para 3DCadPortal